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Audiología infantil

Audiología infantil

Una buena audición es requisito imprescindible para el correcto desarrollo del lenguaje y habla, además de afianzar su desarrollo cognitivo, afectivo y social.

Las pruebas de screnning auditivo son la mayor y mejor garantía para una precoz detección de la pérdida auditiva desde recién nacidos.
Pero hay pérdidas que pueden pasar desapercibidas y por lo tanto no ser detectadas a tiempo, como:

La pérdida auditiva de alta frecuencia (1500Hz – 8000 Hz)

El habla se compone de vocales y consonantes. En general, las vocales tienen mayor intensidad sonora y son de frecuencia más grave. Por el contrario, las consonantes tienen menor intensidad y su frecuencia es más aguda; por eso en estos casos los niños pueden atender al habla normal, por serles lo suficientemente fuerte, pero aun así continúan teniendo problemas para comprender lo que se dice. También pueden tener problemas con tiempos verbales en el pasado y palabras en plural y en niveles altos de ruido de fondo su audición estará dificultada.

Pérdida auditiva mínima (16-25 dB)

Esta pérdida auditiva la podemos experimentar si nos tapamos ambos oídos con los dedos. En estos casos, nuestros pequeños tendrán dificultades para oír el habla muy suave o a cierta distancia. También le serán más difícil oír cuando haya ruido de fondo.

Pérdida auditiva leve (26-40 dB)

Es similar a la pérdida auditiva mínima, pero con efectos de mayor grado. Podrán oír el habla, pero tiende a perder fragmentos, especialmente palabras cortas, terminaciones de palabras y sonidos poco claros de palabras, sílabas trabadas, átonas. El ruido de fondo en las aulas y otros ambientes dificultará aún más la comprensión del habla.

Pérdida auditiva unilateral

Esto ocurre cuando es sólo un oído el que presenta pérdida auditiva y el otro tiene audición normal lo que puede crear un desequilibrio en la audición. Nuestros pequeños tendrán dificultad para localizar sonidos y voces y experimentarán problemas para distinguir el habla suave del ruido de fondo, sobre todo cuando el habla se origina del lado donde sufre la pérdida auditiva.

Pérdida auditiva fluctuante

En casos de infecciones de oído (otitis media) frecuentes, se producen en consecuencia diferentes grados de pérdida auditiva que pueden durar hasta tres meses o más. Aunque la pérdida auditiva es temporal, puede de todos modos desarrollar problemas cognitivos, del habla y del lenguaje relacionados con la pérdida auditiva permanente. Es posible que el niño «oiga», pero perderá fragmentos de la información.
Por el contrario, en otros casos de dificultad viene dada por exceso o intolerancia de audición. En los casos de autismo (TEA), hiperactividad, dificultad de atención, concentración (TDH); la intolerancia al sonido, hiperacusia o algiacusia, interfieren en su comportamiento en ambientes ruidosos como por ejemplo las aulas ya que los síntomas empeoran cuando se les pide una atención sostenida o que carecen de novedad, como escuchar al maestro en clase, hacer los deberes, realizar tareas monótonas etc…

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